Bonificación en el Impuesto de Bienes Inmuebles, que afecta a todos los propietarios de inmuebles. Puede llegar a alcanzar hasta el 90% de la cuota, dependiendo del ayuntamiento, de la instalación que se realice y del tipo de vivienda.
Bonificación en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, que incluye todas aquellas obras que requieran una licencia. Puede ser de hasta el 95%.
Deducción en el Impuesto de la Renta de las personas físicas, que puede llegar hasta el 20% de la cantidad que se haya invertido en la instalación del sistema fotovoltaico.
Acogiéndote a nuestra hipoteca verde, no solo no pagarás nada por el proyecto sino que en la mayoría de casos pagarás una cuota mensual más baja.
Ambas no tienen ningún coste para ti
Te ofrecemos distintas facilidades: desde el pago al contado a la posibilidad de incluirlo dentro de una nueva hipoteca verde. Además, también es posible solicitar un préstamo personal.
Ambos utilizan la radiación solar, pero el panel solar lo convierte en energía para el agua de uso doméstico y el panel fotovoltaico genera electricidad. Por eso, estos últimos son más eficientes y consiguen abaratar la factura la luz.
Haya nubes o lluvia, sigue habiendo luz y por lo tanto, nuestros paneles siguen generando energía, aunque producen algo menos de lo que lo harían si hubiese sol. Por la noche, al no haber luz, no generan energía.
Nuestro equipo lo hace en una media de 1,5 días y no afecta a la vida cotidiana, por lo que no tendrás que abandonar tu vivienda durante este tiempo.
La función de éstas es almacenar la electricidad producida durante las horas de luz para poder aprovecharla posteriormente. Recomendamos instalarlas o no en función del uso que se haga de la electricidad y del tipo de instalación: si es aislada o conectada red.
Aislada implicaría una total autosuficiencia y la imposibilidad de consumir energía de la red, por lo que sería necesario instalar baterías. Este tipo de instalación supone la eliminación total de la factura de electricidad, aunque el consumo que te permite hacer de esta energía es muy limitado.
Unos 25 años, siendo su producción superior al 80%.
Con la factura de la luz, podemos estimar la potencia que necesita la vivienda y en base a eso, instalar las placas necesarias.
En principio casi todos los tejados son susceptibles de poder instalar placas, aunque dependerá del espacio disponible para éstas y de la orientación, preferiblemente la sur, que permitirá generar más kW. (Respecto a la inclinación ocurre lo mismo)
El suelo radiante es algo más costoso pero brinda un mayor confort, mientras que el techo radiante es más económico, más fácil de instalar y tiene mayor respuesta de rapidez a la hora de calentar o refrescar.
Salida de aire, patio, jardín, terraza, etc.
Es posible aprovechar los radiadores con los que ya cuentas, pero para ello hay que tener en cuenta de qué tipo son los que hay instalados para determinar el sistema de aerotermia óptimo que se debe instalar. Lo mismo ocurre con los splits, los fancoils… que son aprovechables.
